Entonces, hablemos un poco de nosotros: de estar calientes y drogados, de chemsex y amor, de party and play. Los Textos Mephisto son una colección de testimonios, todos recolectados por Love Lazers.
Índice
La tentación. Estar colocado. Estar cerca. Evidencia de expansión consciente. Estado mental. Calentura. Atreverse sin el No. Viajando juntos solos. Solos disparando juntos. No tomar nada más. Los efectos positivos. La partida, la caída, la llegada. Mefisto, follando a Fausto delante de otros tipos. Tensión, potencia, resistencia. – Lo anotamos todo. Porque lo no dicho pesa entre nosotros. Una capa sobre otra. Historias. De la añoranza. Del anhelo. Del deseo. De eso tenemos que hablar.
Los relatos que hablan sobre la intimidad y los episodios de consumo que se presentan aquí se basan en experiencias de personas reales (nombre y lugar de residencia fueron parcialmente cambiados) y fueron transcritos por ellos o por nosotros mismos después de conversar. No pretendemos promocionar el consumo de drogas, pero la confrontación con estas está presente en nuestras propias vidas. La selección de los textos no pretende ser un juicio de valor. Nadie deberá condenar el consumo de otros. En consecuencia, hablamos abiertamente sobre drogas y sexo, sobre nuestras necesidades y límites, sobre las agresiones sexuales, tabúes, la exclusión y la marginación en todas partes. Sobre la soledad, los problemas y el estar colocado. Necesitamos una perspectiva positiva: ¿Qué podemos aprender el uno del otro? ¿Cómo podemos maximizar la diversión y reducir los riesgos? ¿Y cómo lo hicieron Fausto y Mefisto? – Vivos en el fuego. Se prometieron el uno al otro. Actuando por siempre. Tan jodidamente colocados.
Impresión en el idioma original. Todas las traducciones de los textos pueden ser desplegadas (algunas sólo en inglés).
Los textos utilizan un lenguaje o escenarios explícitos, que pueden desencadenar sentimientos desagradables o recuerdos no deseados durante la lectura. Los releflejan únicamente las experiencias y puntos de vista de los protagonistas y no necesariamente la opinión de los integrantes del colectivo Love Lazers.
Las historias que se resumen acá son personales y subjetivas. No es nuestra intención proporcionar una plataforma para la estigmatización de terceros o la reproducción de estereotipos. Publicamos todos los textos aquí a riesgo de que algunas representaciones pudieran ser malinterpretadas como estigmatizantes. Decidimos no censurar los textos. ¡Discutámoslo!
> Más información, apoyo, recursos y enlaces (al final del texto)
Baby, 27, de Berlin. Estudiante de intercambio en Antwerpen, Bélgica. Defiende que cualquier pausa es buena, pero que colocarse es algo a lo que no quiere renunciar en su vida a largo plazo.
El chico está súper bueno en las fotos, y yo estoy cachondo y quiero quedar con él para follar. La conversación en el chat fluye. Pero no estoy seguro de si está totalmente colocado. Después de todo, es lunes por la mañana en Berlín y todos los que están online están colocados, o al menos la mitad. Se lo pregunto por tanto (y me veo a mí mismo muy guay): DROGAS: PUEDES TOMAR. YO ME ESTOY TOMANDO UNA PAUSA. La respuesta viene inmediatamente.
NO, GRACIAS. PREFIERO ESTAR EN EL MISMO NIVEL. Y eso es todo. Fin de la conversación.
Me estoy tomando un descanso con el consumo de drogas desde hace medio año. Ni siquiera estoy pensando en la abstinencia, solo un descanso. ¿Y sabes qué? Lo más complicado para mí, es tener sexo con chicos que estén colocados y que no se enteran de nada. A esto estoy totalmente abierto.
Alejandro, 28, de Sevilla/España, dirige un blog queer y vive en Berlin. Aquí tiene que siempre lidiar con que sus amigos o potenciales parejas sexuales consumen mas que él.
El piso estaba lleno de plantas. En la bañera, en la cocina, en el fregadero… Los vasos y cubiertos llenos de tierra. Era como una obsesión. Detrás mías además, la puerta cerrada con llave. Mi instinto me advirtió de que algo no iba bien. Estaba muerto de miedo. El chico se fue al baño, probablemente a asearse para follar. Aproveché la oportunidad para escribirle un mensaje a mi mejor amiga por Whatsapp para que me llamase tan rápido como pudiese. Recé para que tuviese el móvil a mano y leyese mi mensaje. El chico y yo nos tumbamos en la cama y él comenzó a besarme. De repente suena mi móvil. Era mi mejor amiga. Interpreté entonces lo que me hubiese hecho ganar un Oscar: me inventé que mi amiga se había caído de la bici, que la pobre se había roto una pierna y que no hablaba alemán. Salí corriendo del piso. Al día siguiente recibí un mensaje del chico en Gayromeo diciendo que nadie se creía mi pobre interpretación. Quizás no sea tan buen actor después de todo, o quizás, como mi abuela, sea incapaz de mentir. Lo bloqueé inmediatamente.
¿Sería hoy en día más honesto? Creo que sí. Incluso a veces siento que es bastante incoherente volver a pedir respeto a alguien, cuando yo aquel día se lo quité todo a aquel chico. Pero en ese momento me pudo el miedo, y quizás también la inmadurez.
Andrea, 34, trabaja en informática, es un activista LGBT y le gusta ir a fiestas sexuales en Berlín.
La fiesta recién empieza. Especialmente ahí, en el cuarto oscuro a donde estoy yendo. Montones de cuerpos, apretados, gimiendo, manoseandose, dandose placer, metiendose, bajando. Algunos sólo un cigarro han fumado, otros están armando las rayas sobre tu móvil. Algunos están completamente vestidos, otros ni siquiera llevan algo puesto desde que llegaron. Algunos tienen una polla en un culo, otros en una boca. Algunos de ellos una en el culo y otra en la boca, la spitroast.
Y luego te veo. Te abrazo, me abrazas. Te beso, me besas. Te toco, me tocas. Puedo comerte el culo y aún sentir todos los que se vinieron dentro de ti antes que yo. Tus ojos parpadean, se mueven para cualquier lado. Tu boca no puede dejar de moverse, pero no dices ni una palabra. Pero por otro lado, ¿para qué sirven las palabras aquí? Eres tan guapo, incluso más guapo que drogado.
Tu culo es tierno y acogedor. Eso era lo que estaba esperando, aunque estoy seguro que no soy el primero. En menos de un segundo estoy follándote. Luego alguien me agarra. ¿Qué carajos pasa, no puedes ver que estoy ocupado? A menos que quieras jugar con nosotros, claro. Pero él no quiere jugar. Sólo me susurra “¿no ves? Mi amigo no está al tanto de lo que está pasando” Bueno, no, no veo absolutamente nada.
Caio, 35, se enamora con facilidad – especialmente de parejas. De pequeño se masturbaba leyendo el libro de Jorge Amados “Capitaes da Areia”, un libro que estuvo prohibido durante la dictadura militar. El brasileño-berlinés dio positivo en los exámenes de VIH en 2006.
Mis calzoncillos Hilfiger vuelan de un balcón a otro a través de la calle. I LOVE YOU BOTH, había escrito en ellos con el eyeliner de Mariella. Es verano. Me acababa de mudar de Brasil a Sitges, una ciudad a una hora de Barcelona, a casa de Mariella, que trabaja allí en el verano. Una ciudad costera llena de chicos gays, buscando otros chicos. Energía homosexual por todos lados. El paraíso.
Después de mantener relaciones con ellos, me enamoré perdidamente de esta pareja de Manchester. Uno de ellos sale al balcón por la puerta de cristal y dibuja un corazón en el aire. Leo sus labios: WE LOVE YOU TOO. Espero volver a encontrarmelos. Pero es verano, y hay demasiados chicos buenos en la ciudad. El carnaval gay pasa con total velocidad, pero en balcón seguirá vacío. Deben de haberse ido.
Una semana antes, los dos se mudan delante de mis narices, directamente enfrente de la calle, en el apartamento justo arriba de la sauna gay. Dos chicos del norte de Inglaterra, con apariencia de skinhead, rubios, con ojos azules y que están buenísimos. ¡Y con bañadores blancos! No puedo apartar la vista de ellos. Mi sueño europeo. Salgo a la terraza. Me fumo un cigarro. Los miro. Después salgo de nuevo en mis pantalones cortos del gimnasio para llamar por teléfono. Les sonrío. Luego los cactus, a los que no hay necesidad de regar, según Mariella. Es como hacer cruising. Al fin un de ellos me llama: ¡Ey! ¿Por qué no te vienes? Me dirijo hacia allí excitado, pero más que preparado para nuevas experiencias. Liberación sexual: ¡un trío con una pareja!
Un poco de charla para romper el hielo, uno de ellos me pone un vaso con refresco de cola en la mano, el otro tiene ya su mano en mis pantalones. Así es como pasa en el porno, de 0 a 100. Uno me folla en el borde la cama mientras que se la chupo al otro. “WOW”, pienso, “dos pollas dentro de mí”. Estoy ansioso, pero no sé que más quiero y necesito. La situación es demasiado caliente y excitante. Ellos se encargan del programa. En este momento no me doy cuenta de que estoy drogado, no conozco esta sensación. El sexo es súper cachondo. ¿Pero cómo volví a mi apartamento? Más tarde reconstruyo en mi cabeza que el chico debe de haberme dado G sin mi concocimiento. No me preguntaron si quería. Mi conciencia se había simplemente desvanecido, no recuerdo nada. Lo que verdaderamente es G y cómo funciona lo aprendería años más tarde. Durante el verano de Sitges me enamoré unas 12 veces más. En el momento en el que follaba con un chico, me enamoraba perdidamente de él. Al menos, hasta el próximo chico. Ingenuo y feliz. Me voy al campo unos días para visitar a Nicolette, un entrenador de caballos suizo con el que tenía un rollete además de mis aventuras con otros hombres. Pero no puedo sacarme a la pareja del balcón de la cabeza.
Ese fue el verano anterior al que fui diagnosticado como VIH positivo. Durante años había relegado la responsabilidad a otros. Me costó mucho tiempo darme cuenta. Vale, es posible que sucediese de aquella forma, pero es posible que también yo los hubiese infectado. Porque los meses antes de dejar Brasil no mantuve relaciones sexuales especialmente seguras. Sexo oculto, yo deprimido y lleno de culpa, sin espacio para acuerdos claros. Debido a este miedo dejé Europa en aquel momento. Hoy en día sé que libertad siempre siempre significa peligro. No tanto el peligro de ser inconscientemente drogado o coger un virus, sino más bien el peligro de arder en mu deseo y en el deseo de otros.
Matteo (28), Italiano, entrenador personal, vive en Londres con su novio y viaja frecuentemente a Frankfurt. Matteo es de los que dice, tan largo como se pueda, también con respecto a su relación. Su novio tiene cada vez más sesiones de sexo con drogas y está siempre dispuesto a ser sumiso. Esto no es fácil para Matteo: “Cómo puedo salvar mi relación?”
Camillo, 29, video-artista de Bogotá / Colombia y miembro del colectivo de vogue Tupamaras: cuando quiere tener sexo en las fiestas, nunca pasa nada. Una vez estuvo tomando mucho aguardiente:
Es imposible que esta historia sea verídica. Lo poco que recuerdo es estar borracho, así que probablemente no todo fue tan dramático.
Celebraba mi cumpleaños número 25 en una fiesta tributo a Depeche Mode. Trago barato, musica, amigos. La noche perfecta para pasarme de copas y esperar lo mejor o lo peor, daba igual.
Cumpliendo con los propósitos del alcohol, me embriagué bastante rápido. Fui por un cigarro a la zona de fumadores y había un punkero fumando. Yo, solo veía su chaqueta de cuero, sus botas y sus jeans. “me gusta ese punkero” le dije a mi novio. Capricho de borracho, valentía de marica, o reto personal fui, y sin pensarlo, le dije que bailara conmigo. Su respuesta inmediata fue NO. Ese NO provocó en mí una agresiva insistencia. Le pregunté de nuevo y me dijo NO. Esta vez, como si él quisiera evitar problemas, se levantó, me empujo y se fue
No estoy seguro que pasó después de eso. El tipo me empujó pero no lo suficientemente duro como para terminar en el suelo. Probablemente mi novio o mis amigos intervinieron para evitar una pelea. En mi cabeza solo ira y la risa de mis amigos burlándose de mí por haber sido rechazado por un violento y lindo punkero que no quiso bailar conmigo. Yo, ofendido como una adolescente con el corazón roto en su baile de graduación, tuve suerte de no terminar con la cara o el culo roto.
La rabia la seguí alimentando con más licor, más cigarrillos y más Depeche Mode. Al final termine tirado debajo de una mesa escuchando probablemente Precious o Policy of truth.
El punkero tampoco era tan lindo. Cosas de un marica borracho.
Fritz, (48) cuidador de animales y operador en un bar de Berlin y Barış, (29), escultor y DJ, de Bremen, estaban juntos de fiesta.
los dos metemos suficiente keta + charla + charla + directamente del inodoro al suelo. en vez de bailar, seguimos charlando. estamos muy ocupados mientras todo a nuestro alrededor se dobla + se retuerce. ¡en la pista de baile! los sombreros están sonando. hay mucho ruido aquí delante de los parlantes. intentamos hablar de este malentendido de hace horas.
en el sofá, en la barra, luego como pegado en el techo, del cual gotea sudor, en la fila para el retrete. hay un sinfín de cosas que decir. en realidad, no hay ninguna discusión, sino dos percepciones, la tuya + la mía. cómo es:
buenos amigos, no hay nada en medio. juntos en esto. totalmente retorcidos en keta. todo bien hecho. como si estuviéramos cayendo libres. como si a través de todo, en el que nuestras palabras se desvanecen como ecos. ¿qué significan?
luego – finalmente – después de horas + horas de discusión interminable, tan sistemático como empático, estamos de acuerdo en que lo haremos mejor la próxima vez. que esto no puede y no volverá a suceder. que aprenderemos de ello. no esperar días para discutir un problema como este.
“¿durante días?” – nos miramos el uno al otro + entonces de repente ambos nos damos cuenta de que subjetiva y lógicamente algo está mal aquí: “ya veo, tú no estás hablando de hace un rato, de cuando llegamos al club.” – “no, ¿por qué? ¡estoy hablando de nuestra conversación de hace dos semanas!”
en el momento en que nos dimos cuenta, nos tiramos al suelo riendo. Dios mío!, ¿cómo pudo pasar algo así?
ahora, años después, ambos no podemos recordar de qué se trataba, pero aún recordamos exactamente lo que sentimos en ese entonces.
Médéric, 28, doesn’t have grindr on his phone. 12 months, no drugs, 3 relapses. Back from Montreal after two years, he is living in Paris and works in communication now.
Night. Boredom. Loneliness. I am here, and I am elsewhere. I don’t know anymore. Fighting against you. You – my inner voice, deep inside me.
It’s been nine months since I took anything, the time of a cycle, my little pregnancy. It is far away and very close, a question of point of view and the time in my mind has burst: it doesn’t look like anything anymore. I know it passes but sometimes I feel like I’ve missed several months.
A dinner with friends that has transformed into a ‘before’ on the cocaine tracks. My friends will understand that I don’t take it and then I can have fun without drugs.
I’m not out of business, because this balance is fragile. I will not be alone, but this fight is mine and I’ll be the only one to hear you taunt me and I take a line to ensure your silence.
We end up in this club. Immediately I don’t feel in my place. I see bodies dancing, swaying, waving. I see jaws clenched and muscles tense, eyes closed, lips dry. It mates, sticks, brushes, comes in contact or avoids. I don’t know where to put myself, what is expected from me.
Finally, one of us decides that we have made our time and that there is nothing more to hope for this evening. You take advantage of this moment to start waking up despite the powder in my nose.
I sneak into the cloakroom, hoping it will not be too long and you’ll fall asleep again. I take my stuff and leave. I don’t know what to do. An unknown girl and I share a taxi. On the street once again alone, I still don’t know what to do. Walking, smoking, you’re awake. Once at home, I go around in circles.
You win the first round: I download, profile and drag on the apps. I wish to find no one to satisfy your urges. Too late, chatting fast and effective. Find excuses to give you reason and they become credible, tangible. I finally cave in.
He doesn’t live far, I come over. I pass to the ATM for money to participate and play.
I walk, always this dilemma ready to leap on the slightest doubt to give up and shut you up. My body does not want but never wanted. He tries to keep my mind from listening to you by hurting me: acid reflux, nausea, cold, tremors. My stomach contracts but nothing comes out. I give up, you won, this night is yours.
A shabby apartment that a few years ago I would have left as soon as possible. I don’t really like him but it’s mutual: a minimum attraction and the gleam in the look. Things are clear: no details, we are both looking for someone to accompany our hobby, another body to project our fantasies and train in lust. Go further, trained by the substances that liberate our most sordid imagination.
It’s not about sharing, it’s about feeling something. With someone. But not with you anymore.
Paule, 30, bi, vive en Berlin y canta en un coro con sus amigos una vez a la semana.
Después de 1000 años, de nuevo en Läbble. Estoy en camino, solo. Por primera vez emocionado y agobiado. No puedo desconectar y me paso todo el tiempo reflexionando. A un chico se lo follan otros seis chicos musculosos. Sin condón. Una idea prohibida: me encantaría también poderlo hacer, desconectar la cabeza por horas. ¿Cómo lo hacen los demás? Me tomo una cerveza y me meto un par de rayas de coca. Tengo primero que ponerme a tono. De repente conozco a estos chicos. Sin camiseta, músculos maravillosos, besos de película. De repente todo es bastante fácil. Pollas fuera, nos enrollamos, nos agrupamos y nos follamos los unos a los otros. Otra bebida, otra raya. ¿Cómo se acaba una noche tan genial? Le pregunto: “¿Nos vamos para tu casa?” Ya en su piso, me pregunta: “¿Quieres Tina?” Por un momento, la situación me sobrepasa, pero al mismo tiempo estoy un poco colocado y por ello le digo: “No, no para mí, pero adelante, toma si tú quieres”. Quiero que sea guay, quiero que salga bien. Es su rollo, y si le apetece ahora, ¿por qué no? El tío se pincha y follamos, pero me doy cuenta que no puedo con la situación. La película en mi cabeza empieza a rodar. ¿Cómo he llegado aquí? ¿Qué estoy haciendo? Mis pensamientos se repiten en círculo. De repente me siento como una mierda y tengo que pensar en S. a quién le dio una sobredosis en un club durante su cumpleaños del año pasado. El funeral fue una semana más tarde, en una pequeña ciudad en el norte de Alemania. Un tema de música electrónica sonó en la capilla. Fue tan triste… Entonces, ¿qué estoy haciendo aquí con un tío que se acaba de meter Crystal Meth de mierda? ¿Y por qué me supone un problema el consumo de otra gente? Solo quiero salir de aquí. Mi estómago se encoge, la situación es demasiado para mí. Fuera en la calle, en Karl-Marx-Allee, el sol brilla muy fuerte. La calle tan ancha como yo. El camino de la vergüenza en sábado normal en Berlín. Me vengo abajo y pienso en mi vida y en mí mismo. ¿Qué es lo que de verdad quiero? Unos días más tarde estoy de vuelta en el baño con un grupo de gente, los móviles con las rayas preparadas en sus pantallas y pienso: por suerte no estoy tan jodido como el tío del otro día que se pinchaba Tina.
Georg, 34, Colonia. Trabaja en un bar, pero de vez en cuando hace trabajillos esporádicos. Vive en Colonia y le va el cuero.
Ok, hablemos de mí. Desde que me mudé de vuelta a Colonia debido a que mi relación se había acabado, o mejor dicho, mi novio de entonces había terminado conmigo, todo se convirtió en un enorme agujero negro. Desde entonces tomo drogas de una manera distinta a como lo hacía antes. A veces incluso solo. Las Apps de contactos están abiertas y en marcha, pero no me traen nada. Decido entonces hacer una sesión conmigo mismo. Qué sustancia tomar no es tan importante. Todo menos Downers (depresoras). De vez en cuando también me pincho. Consigo lo que busco, colocarme, lo que es incluso tiempo para mí, conmigo. Nadie me habla. Tiempo de calidad. No tengo por qué socializar con y para los demás. Lo encuentro todo bastante simple. Pero si los que me conocen se enteraran, sería un problemón. Por lo que tengo que hacerlo en secreto, como un juego arriesgado. No debe salir a luz, lo que lo hace incluso más excitante. La presión es sin embargo enorme. Y el colocarse se sexualiza: no existe colocarse sin querer follar. Claro que me pregunto “qué quiere decir esto?”. Estar solo para no sentirme solo entre otros. Cómo puedo entonces encontrar a un tipo que me acepte y participe de todo esto?
Leo, 23, de Malta, no usa apps para ligar, al menos de momento, porque piensa que su uso sigue un patrón adictivo y abusivo que le hace sentir inseguro.
El orgasmo es mío. Me gusta sin embargo producirlo a veces en alguien. Una pantalla táctil, una persona, una pared, una mano, una boca y una cara. No sé por qué solía regalarlo sin razón alguna
Ahora soy más consciente de dónde puede ir. A menudo lo regalaba sin razón alguna, y ahí es donde el diablo solía reírse. Ahora, prefiero guardármelo para mí, o para alguien y un momento que siento que puede ser un preludio para algo. No sabía que me habían robado el orgasmo delante de mis ojos. Ni siquiera era consciente de tal proceso. Del robo. Voy a ahorrar y ver qué pasa.
*Risa del diablo: La claridad que sientes después de eyacular.
Andrés (31), de Bogotá, escribió este texto durante un road trip por California. Se ha dejado con su novio este último Año Nuevo.
Encendemos la radio,
Más speed y lujuria.
Hace frío, no hay vacío.
Me follas, me abrazas.
Hay un río,
hay más coca,
rayas.
Y es de noche.
Y me follas.
Hay calor
y ahora vacío.
Estoy enfermo,
solo puntos rojos.
Y tú … ahí.
Ácido, ácido, ácido,
en autobuses y en la noche.
Soñamos, soñamos que nos tenemos.
Tu y yo. El uno al otro.
Solo hay luces,
luna llena.
No dormimos.
Y ahora,
es el mar.
Si caminamos o nadamos,
no puedo recordar.
Todo es rápido,
eléctrico.
Animales a nuestro alrededor,
y la penumbra.
El turno de la muerte.
Los riscos del Big Sur,
Todo como un beso.
Los días,
nuestro amor.
Viktor, 31, 17 años en las drogas, 5 years inyectándose, 6 meses limpio.
Me gustabas mucho, me sentía seguro contigo. Yo te gustaba a ti. Tú amabas a Mónica. Tú mataste a Mónica. Entiéndelo ahora acá en la clínica, y cómo esto me ha afectado a mí. Cómo esta historia casi me estrangula a mí también.
¿Cuánta sangre puede salir de hecho del culo? Vamos, puedes hacerlo.Es de color rojo intenso, pero es principalmente J-Lube, creo. ¿Verdad? Supongo.
Siempre es así con él. Creo que es genial, dice.
Era mi pastor de almas. Mi primer golpe, como clavado en la cruz, sabía a luna. Colocado. Más colocado. Pero yo no estaba caliente.
Ya no hay ninguna vena abierta. Métela aquí de nuevo, donde sea.
Hay un tipo en cada brazo. Hermosos monstruos. Ambos tan fríos como yo.
Hagamos algo inmoral para variar.
Los truenos en el cerebro se convierten en calambres estomacales. Incluso esos hermosos cuadros de la infancia, los de la reja y las flores. Todo se convierte en una locura. Nunca desaparece.
Cágate en mi boca, solo quiero hacerlo contigo, dices. Flying high.
Yo nunca he estado tan colocado como lo estoy contigo. Para mí no valía ya la pena. Protagonista entre protagonistas. Todos como yo, todos con mi vida. El hedor se convierte en perfume y el perfume se convierte en hedor. Despertar es entender, es morir.
Arne (43), chico IT de Ludwigshafen, creció en Rostock. Aprendió a navegar antes que nadar. Lleva 18 años con su actual pareja, con el que lleva un año casado.
Recibimos galletas de alguien, Roland Schulz y yo, íbamos a unirnos al grupo de chicos del centro local gay que iban a salir del armario, él 17, yo 19. Ninguno de nosotros tenía un plan. De alguna manera, se suponía que las galletas servirían para entrar en calor. A ninguno nos gustaba el alcohol, y la idea nos sonaba bien.
Luego subimos a la antigua muralla de la ciudad, nos besamos en el monumento de Schlüter, todavía había luz, en pleno verano, todo el mundo podía vernos, a todo el mundo le gustaba.
De repente todo fue fácil, llegamos a la lavandería, realmente salvaje. Las galletas funcionaron, me enamoré enseguida. En la iglesia de San Pedro, eso fue en el 96, había una discoteca de gays y lesbianas, la comunidad estudiantil protestante, entramos allí, bailar estaba fuera de discusión. Hacía tanto calor, Roland estaba tan caliente.
Así que en la galería, detrás del órgano, el escondite perfecto. Pantalones abajo, la lengua por todas partes, follando sin saber cómo. No importaba. Dejándonos llevar. Todo era tan divertido. Todo estaba bien. Nadie me conocía así, yo tampoco.
Cuando nos despertamos, la música estaba apagada. Toda la gente se había ido. – Mierda. La pesada puerta de madera cerrada con llave y nosotros solos en el pasillo. Botellas rotas todavía en la pista de baile. No recuerdo cómo salimos. Sólo tenía ojos para Roland. Ese fue mi primera vez.
Octavio, 28, cantautor de Río de Janeiro (BR), estudió en Berlín. Recientemente, fue drogado intencionadamente con sustancias psicoactivas por parte de una cita que conoció a través de una app. En el departamento de emergencia del hospital le dijeron que fuera a la policía para denunciar el incidente. Ese día dijo: ‘escribir podría no ayudar, pero un terapeuta lo hará’.
La culpa como un sueño.
Sentado en la camilla.
El me preguntó:
¿Qué ocurrió? ¿Cómo sabías lo que él hizo?
El prejuicio fue más fuerte que su pésimo Inglés.
Lo siento por ti..
Pero ¿le pediste drogas?
¿Lo conocías?
Deberías comprar tus propias drogas.
¿Puedes ver lo que ellos ven?
Soy culpable porque soy una víctima.
¿Puedo pedirte LSD en las bebidas?
¿Puedo pedirte un trauma?
¿Para todas las alucinaciones?
¿Me están siguiendo?
¿Lastimando?
¿Juzgando?
Ellos son.
Tu eres.
¿Qué quería él con esto?
Estoy roto, y tampoco sabré por qué.
[14:22, 9.4.2019]
Anónimo slammer en tumblr.com, septiembre de 2019.
Lo que encuentro más interesante de inyectarme es el riesgo que corremos cada día. Cada momento que me inyecto una aguja en mi brazo pongo mi vida completa sobre una línea y de un modo enfermo – estoy tan cerca de la muerte que me hace sentir más vivo que nunca. El tiempo se hace más lento mientras espero ansiosamente el estallido de color rojo escarlata que se produce cuando he dado en el blanco. Encuentro la vena con facilidad, ya lo he hecho muchas veces. A medida que empujo el plunger, más y más puedo sentir mi corazón latiendo. Cualquier segundo podría ser el último para mí, sin embargo sigo empujando hasta el final. Porque en ese momento – cuando la última gota entra en mi sangre – el mundo se escapa y no hay nada más que felicidad. Esto me saca el aliento; toso. Mientras saco la aguja con manos temblorosas – mi respiración es irregular – me tambaleo en el borde de la vida y la muerte. Aquí es donde NOSOTROS pertenecemos.
Jan (43), geographer and South America activist, lives in Freiburg (BR) and is home on the cruising apps.
[Last Fetish Easter Monday, in Berlin
on Grindr]
Should I come over
to you or not?
if you make it to dump 3
loads you are the king.
put me coca in the cunt,
to open her like a barn door.
And I’ll be a rocket.
But bring something
to make me super high.
Sorry, what?, I’m
not your drug cab.
[Hours later]
yeah, sorry. was not
really clear in mind.
wait a moment, I skype
with Colombia right now.
Colombia?
Drug mule?
[I am outraged.]
Nooo. Nonsense.
Have to organize my trip
to COL starting next week.
i’ll pay you for that. What
uppers do you have still?
[My interest in this guy is
now almost at zero]
So what? Not coming?
I’m kinda stoned.
no, sounds stressy.
3 cumshots in an hour would be
also pretty exhausting.
that’s not what i meant, but,
that you want me to be your drug taxi.
should have called mine.
we can do it next week as well.
no, i’ll be on my travels then.
yeah, bring me the good
stuff from there.
[End of the conversation]
Cesc, 30 años, de Barcelona. Trabaja como albañil. En su tiempo libre pinta cuadros al óleo. Asiste a orgías en las que no suele consumir, aunque no es un problema para él que todos los demás estén drogados.
Pandemia. Crisis. España en Lockdown. La fiesta cancelada en un acto de responsabilidad. En la cama, una última ojeada a Grindr. “Oye, estoy con otro chico, ¿te vienes?” El mismo tipo que me enseñó mi amigo, del que se estaba enamorando. ¿Y qué? Nadie pertenece a nadie, además esto no cambia nada, es sólo sexo. “¿Dónde?” “En mi casa”.
Dos chicos me esperan desnudos. Ambos consumen, yo no. Me ofrecen, no quiero. Follamos, nos abrazamos, volvemos a follar. Equilibrio perfecto entre los tres es lo que siento en este momento. Un cuarto chico se une al rato. Mi libertad personal es en este momento más importante que la distancia social impuesta. El sol entra por la ventana. ¿Ya es de día? ¿Cuánto tiempo ha pasado? Terminamos. Una de las mejores folladas de mi vida. Nos tratamos extrañamente bien para tratarse de una cita de sexo en grupo.
El sexo siempre va primero, luego todo lo demás: mi obligación como ciudadano, como amigo y conmigo mismo, con mi cuerpo. Podría haber perdido a un amigo del que me estaba enamorando, podría haber contagiado el coronavirus y lo peor de todo, quiero arrepentirme, pero no puedo. No lo haría de nuevo, sin embargo. Todavía estoy pagando la deuda. Quizás demasiado alta.
Mephisto, 271, Commandix en la TransCápsula QRT2447, dos meses de vuelo de regreso en HyperDrive, solo a bordo (lo que de hecho cuenta como cuarentena), finalmente medio año de vacaciones en la tierra. Su relato es el único ficticio de esta colección. Mephisto es un chem-sexonáutico declarado y no deja que nada se queme.
Aterrizaje. Hogar dulce hogar y ya tan high/drogado como una cometa con tres lenguas en el culo. Conociéndome a mí mismo, era claro que tomaría la primera oportunidad que tuviera para: que me follaran. Lo he estado esperando durante meses. Una sesión en el AnthropoCenter AL PARKER. Ahora ofrecen retiros químicos de Sex-O-Balance, y no sólo en RV, puedes llevar hasta 6 personas e incluso cuenta como horas de trabajo: entrenamiento en utopía regenerativa. ¡Por fin! Follando de nuevo, ¡es una locura!
La último que tienen son las inyecciones de feromonas, incluso puedes hacer reconstrucciones históricas de Chemsex. Mi viejo compañero Fausto apareció, esto es genial, es tan atractivo este tipo, aún después de todos estos años. Los siete nos ponemos de acuerdo en las inyecciones de anticuerpos y tiramos un dado para ver quién va a cuidar a los demás. Esa es la nueva regla; una persona se mantiene sobria durante la sesión. Si algo sale mal, esa persona estaría allí para asistirnos y documentar los eventos para su posterior evaluación. Eso no significa que no pueda jugar con nosotros. Después de todo, todos estamos aquí para divertirnos. Tuvimos que practicar este ritual durante años.
Todo el mundo le tiene más ganas al sobrio, al asistente de viaje: esa persona de alguna manera es siempre el centro de acción, nunca excluida, sino más bien parte de nuestro caliente cuerpo colectivo durante las próximas 24 horas.
La tengo tan dura: los pantalones de gimnasia de nylon que llevo puestos están a punto de reventar. Me estoy besando salvajemente con un gay amazónico, y los demás se están uniendo. Nos inyectamos y ya se siente el efecto. ¿Es una polla o un homograma lo que tengo en la mano? Me encuentro ahogándome en el pelo del pecho de Fausto, justo delante de mi nariz, puedo oler, saborear, lamer, gemir. Todo es tan putamente real…
Ocho largas semanas en el camino de regreso a la tierra y esta vez solo. Paso días en la estrecha cubierta panorámica. A veces pasando el rato en la cápsula de expulsión. No hay mucho que hacer. Reflexiono mucho sobre lo que viene después del comunismo, y cuento las estrellas oscuras. Claro, hay todos estos grupos de web-cam interestelares, sex stream, foros en vivo. Incluso tuve un sexbot como compañero sexual por un corto tiempo. Pero todo eso ya me aburre. También hay todo tipo de sustancias psicoactivas en la farmacia abordo. Ayer tomé un poco de Ketamina-Sensu DR No se supone que funcione fuera de los cuartos oscuros de la tierra. El subidón fue muy retro y mi excitación se fragmentó completamente. “En algún momento ya no podrás masturbarte más”, le digo a Fausto por videollamada: “¿Qué es lo divertido de drogarse solo?”, responde. Es bueno que pueda hablar con Fausto cuando me sienta solo. En la estación espacial es diferente. Durante meses sólo hemos estado cuatro personas, pero nunca me he sentido solo. Para ser sincero, el vuelo de vuelta a casa siempre es un reto para mí. ¡La cuarentena es una maldita tortura!
¡Lo primero que haré en la tierra es una sesión! Aún faltan semanas pero ya estoy conectado a ChemZoom buscando que estén interesados. Todo este planeamiento me está volviendo más loco y caliente cada día. Pero supongo que tengo que aprender a disfrutar de la anticipación. Retraso de placer. Ya tengo tres matches y todos tenemos citas.
Ha sido un día muy largo. Voy a dormir en la niebla de la Vía Láctea.
Informaciónes
INFORMACIÓN GENERAL Y ASESORAMIENTO
No ofrecemos asesoría sobre drogas o chemsex. En www.erowid.org encontraras miles de informes e historias de usuarios (ordenados por tema y sustancias psicoactivas) e información general y consejos para un uso más seguro para todas las sustancias. En chem-safe.org un iniciativa de energycontrol.org podrás encontrar información sobre la combinación entre sexo y drogas desde una perspectiva de reducción de riesgos. Allí encontrarás Información sobre las sustancias, incluyendo consejos para un uso más seguro y respuestas en línea a tus preguntas. En infodrogas-vih.org puedes consultar las interacciones entre el uso de sustancias y el tratamiento antirretroviral u otros medicamentos, así como los posibles riesgos asociados.
INFORMACIÓN Y ASESORAMIENTO EN ESPAÑA
En bcncheckpoint.com podrás recibir diagnóstico gratuito y confidencial sobre enfermedades de transmisión sexual, tanto de VIH como de cualquier otra. Es un centro en el que podrás sentirte seguro y hablar sin prejuicios o tapujos, ya que fue creado por la comunidad LGBT y actualmente sigue gestionado por ella. En apoyopositivo.org puedes recibir servicios de asesoria y diagnostico de ETS. En stopsida.org te ayudan a cambiar algo en tu consumo o en tu sexualidad o darte estrategias para reducir riesgos al consumir. El servicio es anónimo, confidencial, gratuito, respetuoso con la vivencia de tu sexualidad y tu consumo de drogas u otras sustancias. En su web específica para chemsex (chemsex.info) encontrarás información sobre sustancias y consejos para disminuir los riesgos. Entre otros, podrás consultar: información sobre sustancias (metanfetamina, GHB, viagra, popper, etc.); cómo reducir los riesgos según los espacios de consumo (fiestas privadas o saunas) o según las vías de consumo (fumada, esnifada, tomada, inyectada); qué hacer en caso de “chungos”, de sobredosis o cómo reducir riesgos en el slamming; cómo reducir los efectos de la resaca, y un largo etcétera.
INFORMACIÓN Y ASESORAMIENTO EN COLOMBIA.
En echelecabeza.com es una estrategia que brinda información para la reducción de riesgos y daños asociados al consumo de sustancias psicoactivas. Encontrarás información confiable sobre sustancias, consejos para un uso más seguro y alertas psicoactivas para disminuir el riesgo y aumentar el conocimiento público de las sustancias. Si tienes alguna historia y quieres hacer de ella un propuesta audiovisual puedes participar del festival de cortos psicoactivos. En el Proyecto Cambie en Colombia podrá encontrar información sobre consumo seguro de drogas inyectables, acceso a material higiénico de inyección, manejo de sobredosis y otras estrategias de reducción de riesgos y daños para personas que usan drogas por vía inyectada. La Red comunitaria Trans en Bogotá, es una organización que busca consolidar la unión entre personas trans que trabajan desde la calle, la academia, las organizaciones sociales,el trabajo comunitario, el distrito y en general todas las personas que quieran formar parte de la lucha por el reconocmiento de las personas trans. La liga colombiana contra el SIDA presta el servicio de asesoramiento individual, en pareja, grupal o familiar. En el centro comunitario LGBT en Bogotá (entidad gubernamental) podrás acceder a consultas, apoyo y asesoramiento en derechos LGBT. En la Asociación Central de Venezolanos en Colombia podrás encontrar asesoría para temas relacionados con migración y salud.
INFORMACIÓN EN BERLÍN
En mancheck Berlin se puede encontrar información y consejos sobre el Chemsex en varios idiomas. También puede obtener folletos informativos y artículos para un uso más seguro, como ayudas para la dosificación de G (para el consumo de GBL/GHB), accesorios para esnifar con más seguridad (consumo a través de la nariz) y “slam packs” para el consumo de sustancias por vía intravenosa. El puesto de control www.checkpoint-bln.de es el lugar donde se pueden hacer preguntas sobre la salud mental, el consumo (problemático) de drogas o alcohol y sus aspectos sociales. Asimismo se pueden hacer todas las preguntas sobre el VIH, las infecciones de transmisión sexual (ETS) y el sexo seguro.
PRIMEROS AUXILIOS
Chemsex First Aid (alemán, inglés, español, francés): davidstuart.org/chemsex-first-aid (también disponible como pdf)
CAMBIAR EL CONSUMO / TOMAR UN DESCANSO / DETENER EL CONSUMO
Puedes llenar un cuestionario/guía en línea (¡en 22 idiomas diferentes!): davidstuart.org/care-plan-languages. Para todos aquellos que quieran reducir su consumo o detenerlo por completo, chemsex.info/me-estoy-pasando/ pueden tomar un test y acceder a información sobre siguientes pasos.
DRUG CHECKING ESPAÑA
Energy control presta el servicio de analisis de sustancias. Con el insumo suministrado mediante estos análisis se pretende dar una información más acertada a las personas usuarias de manera inmediata, así como generar un sistema informativo útil a largo plazo para una población consumidora de sustancias psicoactivas en general.
DRUG CHECKING COLOMBIA
Echele Cabeza presta el servicio de analisis de sustancias S.A.S. Con el insumo suministrado mediante estos análisis se pretende dar una información más acertada a las personas usuarias de manera inmediata, así como generar un sistema informativo útil a largo plazo para una población consumidora de sustancias psicoactivas en general.
Con base en los resultados el equipo de échele cabeza genera alertas psicoactivas enfocadas a disminuir el riesgo y aumentar el conocimiento público de sustancias y situaciones clave para la reducción de riesgos y daños.
DRUG CHECKING BERLÍN
Actualmente en construcción en Berlín (se planea lanzar en el transcurso de 2020). Allí podrás comprobar la pureza y la dosis de tus sustancias. Probablemente tendrás que esperar hasta 3 días antes de poder comprobar los resultados. Por el momento no está previsto un laboratorio móvil que analice las drogas directamente en el lugar de las fiestas/festivales. Los resultados de drug checking (“pill warnings”) se pueden encontrar en drugscouts.de/de/pillenwarnung
USO SEGURO / SAFER USE
- Folleto de Slamming con información sobre la inyección correcta (inglés y alemán)
(drgay.ch/en/gay-sex/sex-and-drugs/safer-slamming) - Safer Sniffing/Snorting (inglés)
(drgay.ch/en/gay-sex/sex-and-drugs/safer-snorting) - Información sobre uso seguro de GHB y recomendaciones sobre dosificación (español)
(chemsex.info/ghb-glb/) - Información sobre uso seguro de GHB (alemán)
(drugscouts.de/de/lexikon/ghb) - Harm reduction for stimulants (en)
(mainline-eng.blogbird.nl/uploads/…) - A case study of Drug-Userphobia (en) (www.inpud.net/sites/default/files/…)
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© Love Lazers 2020. Todos los derechos reservados por los autores de los textos y Love Lazers. Serie de fotos „The High And Horny Berlin Shots” de Matthias Wehofsky, modelos: Sergio, Tristan, Cristian. Concepto: Falk. Traducciones: Iván, Alejandro, Phiiivo, Sergio, Jérémy, Andrés, Médéric, Alessio, Andrea, Gautier, Jacob, Dr. Nihil, Falk, Cristian, Fabian, Yam. ¡Gracias a todos! Si tienes una historia para Mephisto II, puedes enviarla a mephisto@lovelazers.org (también puede ser de forma anónima). Nos reservamos el derecho de acortar los textos y publicar una selección. No hay lugar para representaciones despectivas.